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NUEVA YORK — Han
habido nuevos acontecimientos en la “novela” de Alex Rodríguez, comenzando con
el libro de la periodista Selena Roberts que ya está a la venta. Quiero leerlo pero
esperaré a poder conseguir una copia en la biblioteca.

 

Me
explico. No critico a ningún periodista por intentar descubrir “verdades” que
afectan el desempeño de los jugadores en el terreno de juego. Me refiero a
asuntos serios como el uso de esteroides. Esos son hechos que nos conciernen como
periodistas y como aficionados del juego porque las consecuencias afectan de
manera directa los resultados en el terreno.

 

Pero
por lo que he leído acerca del libro, Roberts va mucho más allá del campo de
juego. Se alega que en esta biografía no autorizada ella intenta representar a
A-Rod como una persona llena de complejos e inseguridades a raíz del abandono
de su padre cuando era niño. No es secreto que el padre de A-Rod abandonó a la
familia, pero no se me hace justo recalcar el hecho con el fin de vender
copias de un libro.

 

Las
superestrellas como Alex se exponen a que la gente quiera saber todo sobre sus
vidas, pero todo debe tener un límite. Yo pertenezco a la prensa y sé que
nuestro papel es buscar respuestas a preguntas difíciles para hallar “verdades”.
Al mismo tiempo creo que es importante preguntar cuál sería el valor de una
investigación como la que emprendió Roberts. ¿Cuál es el valor de psicoanalizar a Alex Rodríguez para tratar de encontrar algo en
su pasado que lo haya motivado a usar esteroides y quién sabe que otras cosas? No le veo sentido más allá de
obtener ganancias monetarias.

 

Aún no he leído el libro, por lo tanto no puedo
afirmar nada sobre el contenido, pero por los comentarios de otras
personas, me parece que ese es el caso. Lo que haga o deje de hacer A-Rod en
su vida personal no es asunto mío ni de nadie más.  No voy a defender a Alex Rodríguez pero si
creo que es difícil justificar la invasión de la privacidad de
una persona, especialmente cuando se trata de un asunto tan personal como la
relación entre padre e hijo.

 

Por
lo que sé, el libro de Roberts intenta sacar a la luz las mentiras que
supuestamente ha dicho Alex Rodríguez a lo largo de su carrera, culminando en
su confesión de que utilizó esteroides del 2001 al 2003 aunque lo había negado
anteriormente. No critico a Roberts por intentar aclarar qué es verdad y qué es mentira, pero si
por la insinuación de que todos los defectos de A-Rod son a causa de sus
problemas familiares ya que me parece que eso es un poco
humillante.

Saludos,

Nathalie