Incertidumbre rodea a Yankees ahora mismo

La noticia de que Michael Pineda tiene un desgarre en el hombro de lanzar por el cual debe ser operado y perderá todo el 2012 obviamente ha creado caos en los Yankees.  Nadie puede estar más decepcionado que el gerente general Brian Cashman, ya que enviar a Jesús Montero y a Héctor Noesí a los Marineros por Pineda fue su gran maniobra de la temporada baja. Pineda, quien estaba supuesto a ser una pieza clave del cuerpo monticular de Nueva York por mucho tiempo, ahora es una interrogante. Falta mucho para saber cómo el serpentinero de 23 años va a evolucionar después de la cirugía.

El pitcheo abridor es crucial para ganar un campeonato y la rotación de los Yankees no ha lucido del todo bien este año. De Freddy García y Phil Hughes ya no se sabe qué se puede esperar. Urge que Iván Nova continúe con el buen ritmo que ha tenido hasta ahora y que el as CC Sabathia luzca mejor de ahora en adelante, ya que abril nunca ha sido su mejor mes.

Andy Pettitte no pudo elegir un mejor momento para salir del retiro. Es curioso que Cashman y los Yankees, que pensaban irse con la juventud, ahora tengan que esperar que un veterano que, por más éxito que haya tenido con Nueva York, no lanza desde el 2010, se convierta en héroe. No es imposible, aunque después de su última apertura de liga menor, quedó claro que al Pettitte aún le queda camino por recorrer para regresar a Grandes Ligas.

Pero no todo es negativo en el mundo de los Mulos. Hace poco, se hablaba del supuesto declive de Derek Jeter con la misma intensidad que ahora se habla de su renacimiento. Al momento de escribirles, el Capitán está bateando .420.

Creo que estos sucesos inesperados en los Yankees – la pérdida de Pineda, el regreso de Pettitte y el resurgimiento de Jeter – sirven para recordarnos que en béisbol nada está escrito.

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